Los tatuajes están destinados a simbolizar un mensaje, que suele tener niveles:
I A nivel superficial
Correspondiendo a lo que se ve a nivel de la piel, el mensaje directo se refiere claramente al entorno: si son vistosos, es social, si están bajo la ropa, es que están destinados a dar un mensaje de pertenencia en ciertos entornos selectivos, y si están bajo la ropa intima, es obvio que los destinatarios son pocos, y que el mensaje tiene algo que ver con erotismo o con mensajes desde un lugar de alta vulnerabilidad.
No hay regla válida para todos los tatuajes, ya que algunos están para celebrar algo, para alzar algo, otros para tapar una cicatriz, otros para tener un motivo de charla al encontrarse con gente, otros para estimular la sensualidad, y finalmente muchos para sentirse duro y rebelde y hacerlo saber al mundo.
Lo que sí se puede destacar como tendencia es que cuando más baja la auto-estima, más extensos los áreas de tatuajes. No hablo de pseudo-auto-estima egotica, sino de sincera auto-estima humilde, basada en la introspección y la valoración.
II A nivel profundo
Correspondiendo a lo que pasa debajo de la piel, cada tatuaje tiene un cierto contenido conflictivo. Es decir que el sistema inmune nunca termina de eliminar la tinta, por tan molesta que sea para el organismo, solo logra diluirla un poco hacia otras zonas (lo que hace que los tatuajes viejos pierdan en intensidad)
Suele haber un componente igual a nivel emocional: Mandatos o reacciones a mandatos, pero en vano, miedos, enojos por alguna pérdida, celos, luto, conflictos con alguna autoridad, conflictos de identidad, etc... Es bueno saberlo para poder evolucionar con introspección y poder convertir el conflicto activo en una memoria de conflicto, es decir algo sobre lo cual se puede hablar sin ofensa, o hasta con humor, convirtiéndolo en símbolo de aquellos monstruos internos que fueron vencidos a lo largo de nuestra vida.
III A nivel metabólico
Todo tatuaje es un implante de pigmentos, cuyos colores suelen ser óxidos de metales u otras substancias que siempre tienen una toxicidad relativa, altamente dependiente de la composición, y con cierta dependencia de la localización y de la superficie inyectada. Los colores verdes y rojos pueden ser derivados del mercurio, y los amarillos del cadmio. Por ello, a nivel de medicina biológica se recomienda evitar los colores, particularmente en personas con tendencia alérgica o con daño del riñón. Los negros (cárbonos hidrogenados) y blancos (óxidos de titanio) suelen ser con el azul de metileno los más neutros. (Los colores supuestamente "biológicos" son pigmentos que se suelen perder con el paso de pocos años, y cuya procedencia tampoco está bien declarada, por el hecho que las legislaciones están muy poco precisas: todo el contrario de las legislaciones respecto a la bromatología)
Así que no se puede negar que haya un potencial contaminante, ya sea de metales, otros tóxicos o infecciones (virales o bacterianas). Es un riesgo relativo, no muy alto, pero real, que cada uno tiene que poner en la balanza. Sí o sí es importante observar las medidas de higiene que usa el tatuador.
Uno puede marcar la diferencia de su individualidad de esta manera. Pero también puede ser que uno sea simplemente autentico, marcando así lo individual, sin tener que demostrarlo para que se vea.
Si o si, el desafío es: Aprender a disfrutar de quienes somos!
